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PREPARACIÓN
Precalentamos el horno a 180ºC
Lavamos los pimientos, y los colocamos en papel de aluminio individualmente, los espolvoreamos con sal y los bañamos con un chorrito de aceite de oliva. Envolvemos bien cada pimiento con el papel y los colocamos en una bandeja para hornear. Los dejamos asarse 20 min a 180ºC y dejamos enfriar totalmente en el horno.
Después los sacamos, retiramos el papel y antes de limpiar, aprovechamos el jugo que sueltan los pimientos, y lo vertemos colándolo en un recipiente y reservamos.
Limpiamos los pimientos retirando la piel y semillas con la mano. Los colocamos en un plato y le agregamos el jugo que habíamos reservado y un toque de aceite de oliva.
Si deseas hacer más cantidad para guardar y envasarlos esta es la mejor forma de conservación. Cortamos los pimientos en tiras, los colocamos en un frasco de vidrio, añadimos el jugo que habíamos reservado y un chorrito de aceite de oliva por encima, cerramos con la tapa, lo colocamos en un cazo hondo, cubrimos con agua fría y cuando empiece la ebullición, lo dejamos 20 min a fuego medio, luego apagamos el fuego y dejamos enfriar, una vez frío lo guardamos en la despensa donde podremos tenerlo disponible durante varios meses.